Las tradicionales torrijas


Durante la Semana Santa los españoles disfrutan del dulce más humilde y típico de estas fechas: las tradicionales torrijas. Aunque el origen de las torrijas no está muy claro, sí que se sabe que es una antigua receta europea —puede que de tradición romana—, y aparece en Inglaterra y Francia también. Probablemente el origen es árabe o sefardí dado que aparece en los primeros libros de recetas firmados por los cocineros Domingo Hernández de Maceras (1607) y Martínez Montiño (1611). Aparte de eso, las primeras referencias históricas sobre la torrija se remontan al siglo XV. En aquel momento se utilizaba este alimento para ayudar a las mujeres que acababan de dar a luz a recuperar sus fuerzas tras el alumbramiento. Las torrijas también se han consumido en épocas de estrecheces económicas, en las que se necesitaba un alimento completo y barato que, además, permitiera aprovechar ingredientes que habían sobrado la cocina. De hecho, se considera humilde porque aprovecha el pan duro y lo convierte en un postre delicioso. Los ingredientes de la receta tradicional son:
  • Una barra de pan
  • Un litro de leche
  • 200 gramos de azúcar
  • Dos ramas de canela
  • Ocho huevos
  • Canela en polvo
Su elaboración es muy simple. En primer lugar hay que cortar una barra grande de pan en rebanadas más bien gruesas. En un plato hondo mezclar la leche con el azúcar y la canela. Cuando la leche hierva, se introduce el pan y se remoja. En otro plato, batir los huevos. En una sartén con aceite hirviendo freír las rebanadas de pan, previamente pasadas por la leche azucarada y por el huevo batido, hasta que queden bien doradas. Luego escurrirlas bien. Una vez que las torrijas estén frías, añadir azúcar y canela en polvo por encima.
Torrija con nata y fresas
Aunque es un dulce muy tradicional, cada establecimiento las elabora de una forma distinta con un toque personal. De esta manera se pueden probar diferentes tipos de torrijas: dulces y saladas, con leche, con vino, con azúcar y canela, etc. Los pasteleros ofrecen un montón de variantes interesantes para innovar este postre. Un ejemplo es la torrija rellena de crema o la de té verde o la bañada en chocolate. En algunos restaurantes las sirven con nata y fresas, y hay quien se ha atrevido a hacer torrijas saladas, con queso, pimientos y anchoas, abandonando el campo de los postres para convertirlas en un plato totalmente distinto.


La Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid y la Asociación de Empresarios Artesanos del sector de Pastelería de Madrid cada año organiza el concurso de "Las mejores torrijas". En esta segunda edición han participado 26 locales que luchan para conseguir el título de la mejor torrija clasificada en tres categorías diferentes: tradicional, innovación y sin gluten. Una cafetería con más de 150 años de historia, El Riojano (Calle Mayor, 10), ha sido elegida como el lugar donde comer la mejor torrija de Madrid. Desafortunadamente solo las preparan en Semana Santa, pero son las vencedoras indiscutibles de la cata. El maestro pastelero de la cafetería, Roberto Martín, dice que “originariamente la torrija era el postre que se hacía en cualquier celebración. En época de carencia era lo más socorrido. Pan viejo había en todas las casas, y leche se conseguía a diario en cualquier vaquería.”
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