La Historia de la Plaza Mayor de Madrid
Este año se está celebrando el IV
Centenario de la Plaza Mayor de Madrid, por ese motivo hoy queremos contaros un
poquito sobre ella.
La Plaza Mayor estaba situada en el
arrabal de Santa Cruz, por lo que en sus orígenes fue conocida como la plaza
del Arrabal. La plaza estaba formada por un mercado bajo los soportales de las
casas de los comerciantes, la mayoría judíos, que vivían allí. La plaza se encontraba
fuera del recinto amurallado de la ciudad por lo tanto no había que pagar la
tasa comercial por la venta de mercancía, así estas mercancías resultaban mucho
más baratas, convirtiéndose en poco tiempo en una de las plazas más
frecuentadas por los madrileños debido al gran movimiento de mercaderes y
compradores.
En el año 1.463, Enrique IV (hermano de
Isabel la Católica) celebraba ferias todos los meses en Madrid, las cuales
terminaron por trasladarse a la que ya era la famosa plaza del Arrabal. Poco a
poco fue adquiriendo un aspecto más urbano.
En 1.561, Felipe II convirtió a Madrid en
la capital de su imperio. En ese momento la plaza pasó a convertirse en un foco
de atracción de la vida comercial y social de Madrid. Debido a la importancia
que iba tomando esta plaza, el rey encargó a Juan de Herrera, un cambio de
imagen para esta, dándole un aire majestuoso, con mayor amplitud y dignidad. En
1.591 ya empezaba a conocerse como la Plaza Mayor. Esta tarea fue acabada por
Juan Gómez de Mora tras el encargo de “cuadrar la plaza”, con una duración de
dos años e invirtiendo un total de 900.000 ducados en su construcción.
Los comercios se situaban en los
soportales con la siguiente distribución: en el poniente debían estar los
paños, meridional, carnicería junto a cáñamo y sedas, levante estaba quincalla,
manteros y zapateros y en el norte la casa de la panadería, sedas e hilos.
Su inauguración oficial se produjo el 15
de julio de 1.620 con la beatificación de San Isidro.
Pero no todo ha sido tan bonito para nuestra
Plaza Mayor ya que ha estado marcada por tres grandes incendios, en 1.631,
1.672 y en 1.790. Este último fue el más devastador y arraso prácticamente con
toda la plaza, teniendo que ser reconstruida por Juan de Villanueva, el cual
realizó algunos cambios en la estructura. Las labores de reconstrucción y
rehabilitación no acabaron hasta el año 1.854 por Juan José Sánchez Pescador,
Antonio López Aguado y Custodio Moreno. Perdió la función de lugar de
espectáculos pero se convirtió en un jardín a la francesa, con grandes jardines
y fuentes. Además se colocó en el centro la estatua de Felipe III, hasta
entonces ubicada en la Casa de Campo.
En 1.877 albergó las cabeceras de algunas
de las principales líneas de tranvía de la ciudad hasta 1.956.
Durante los años sesenta se realizaron
unas profundas reformas en las cuales desaparecieron las zonas ajardinadas,
entre otros cambios, recuperándose la imagen del primer proyecto.
Actualmente la Plaza Mayor es uno de los
lugares más emblemáticos de Madrid y uno de los favoritos de los madrileños y
turistas. Y sigue siendo escenario de muchos eventos importantes de la ciudad.
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