El lado oscuro: tercera parte
Hoy hemos decidido volver a contarte más cositas sobre el lado oscuro de Madrid. Aquí te contamos algunas leyendas y cuentos que se han quedado en la memoria de los
madrileños a pesar de los años que han pasado.
El edificio histórico, llamado la Casa de las Siete
Chimeneas, encierra una vieja leyenda conocida en la ciudad desde el siglo
XVI y que habla de un crimen y un fantasma. El edificio fue
construido por orden de un montero de Felipe
II quien regaló el edificio a su hija Elena, recién casada con un Capitán de la Armada Española,
el Capitán Zapata. Poco después de la boda, el soberano requirió la presencia del capitán en la guerra de Flandes, en la cual, Zapata murió. La noticia destruyó el
corazón de la joven viuda. Apenas comía ni dormía y su aspecto se
deterioró considerablemente entre lágrimas y lamentos. Finalmente murió de
pena, pero algunos afirmaron que antes del fatal desenlace dió a luz a una niña
de la que no se supo nada. La situación empeoró cuando los sirvientes
afirmaron haber descubierto en su cuerpo varias marcas de cuchillos. Ahí empezaron a circular rumores que relacionaban a la joven con el
rey. Varios afirmaron que Elena había sido su amante y tal vez trataba de
ocultar una relación de la que había nacido una supuesta hija por evitar
futuros problemas sucesorios.
De hecho, Elena se había criado muy cercana a la
corte, y posiblemente este ambiente le llevó a conocer al rey Felipe II cuando
era todavía un príncipe. Se dijo que Elena había sido amante de Felipe II
y que aquella casa era en realidad una estratagema para poder tener
un lugar donde encontrarse pero Elena
estaba verdaderamente enamorada del capitán Zapata. Este doble
juego posiblemente le llevó a la muerte. Años más tarde un
hombre afirmó haber visto por la noche una figura deslizándose sobre el
tejado entre las chimeneas de la casa. Describió una mujer vestida de blanco
que llevaba una antorcha en una mano y que con la otra señalaba hacia el
Alcázar, morada del rey Felipe.
Esta aparición se confirmó posteriormente
por otros que pasaron por allí durante los meses posteriores. Para unos la
figura era nada más y nada menos que el fantasma de Elena, que reclamaba justicia y
acusaba al rey de su muerte. Otros dijeron que en realidad era la hija de
Elena, la cual fue criada como huérfana a pesar de que su verdadero padre era
el propio Felipe II. A finales del siglo XIX el
Banco de Castilla decidió instalarse en el edificio. Durante las
obras, en uno de los sótanos, se
encontró el esqueleto de una mujer con varias monedas de oro de los
tiempos de Felipe II, lo que reavivó las sospechas sobre el rey. Las siete
chimeneas son sin duda un elemento decorativo y siempre han sido un objeto de
debate. Tal vez podría ser una especie de
amuleto protector pero, según la tradición, representan los siete
pecados capitales.
➽ Los demonios
del Palacio Real
Entre 1738 y 1764,
durante las obras de construcción del Palacio real, varios obreros relataron
asustados lo que habían visto mientras trabajaban. Aseguraban la presencia de
dos seres, medio demonios medio espectros, que subían por los muros que dan a los Campos del Moro. Felipe V al saber de la incómoda e inquietante presencia, en
seguida ordenó que algunos vigilantes armados supervisasen los trabajos pero no
fue suficiente. De hecho los obreros seguían negándose a trabajar, hasta que un
sacerdote bendijo al personal y roció con agua bendita las obras.
➽ La Panderetera
En la
Calle Segovia vivía Catalina González, una mujer de
extraordinaria belleza. Catalina se asomaba por la ventana de su vivienda y
tocaba una pandereta mientras disfrutaba mirando lo
que sucedía en la calle. Los hombres al pasar se quedaban
maravillados de los encantos de Catalina. Inevitablemente el sonido del
instrumento musical y su hermosura traían locos a los hombres como si fueran víctimas
de un hechizo.
Toda esta situación daba celos a las mujeres, las cuales acusaban
a sus parejas de “pandereteros”, (palabra que acabó siendo sinónimo de
infidelidad) e incluso llegaron a intentar quemar la humilde morada de
Catalina. Probablemente por todo eso un día
apareció muerta. Lo que para muchas personas fue una lamentable pérdida, para otras fue motivo
de celebración. Desafortunadamente para las mujeres que se alegraban de esta pérdida, después de su
fallecimiento, el espectro de la bella Catalina volvió de la ultratumba a
seguir tocando y dejándose ver por su ventana, cautivando a más de uno.
➽ Goyito
En uno de los edificios más conocidos de la Gran vía, osea en el majestuoso
Edificio Telefónica, vive un fantasma llamado Goyito. Los empleados aseguran
haber visto a Goyito vagando entre las plantas 9 y 13. El fantasma fue uno de
los obreros que construían el edificio, por desgracia se cayó durante las obras
muriendo al instante.
Comentarios
Publicar un comentario