¡Madrid me encantas!
Anna acaba de llegar a Madrid (y a Eureka), aunque no es la primera vez que está aquí. El año pasado visitó por primera vez la ciudad y se enamoró. Y por eso nos escribe hoy, esta vez como estudiante en prácticas, para contarnos qué le hizo prendarse y querer volver a vivir aquí. Con este post Anna inaugura una serie de entradas con las que irá descubriendo la ciudad, con la ilusión de la mirada de quien explora por (casi) primera vez.
¡Qué bonita que eres Madrid! Desde el primer
segundo en que puse un pie en Madrid ¡Me encantó! El aire parecía
tan fresco y bonito…fue así que decidí volver una segunda vez y no sólo de turista, sino de casi madrileña verdadera.
Lo que más me gusta de una ciudad es descubrir las calles, hasta donde llegan y
pasear, pasear y pasear.
Las calles de Madrid son
muy amplias, te puedes ir andando o en
bici y disfrutar de todo lo bonito que tienen y relajarte simplemente mirando o
mejor, observando. Están siempre llenas de gente española o extranjera. Aunque
estés lejos de casa nunca te vas a
sentir solo o extraño, cada uno tiene su
estilo y tú puedes confundirte con la
masa muy bien.
Como es una ciudad
muy grande tiene muchas tiendas y
se vende de todo: ropa, perfumes, tiendas de jabón súper perfumado que te
encantan, cosas étnicas y muchos más. Puedes
entrar, salir, solo verla desde fuera y así pasar todo el tiempo que
quieras. Lo que más me gusta es cuando tomo una cualquier calle y ¡mira, el
palacio real! Tomo otra y mira qué bonita esta calle con este edificio azul,
que es simplemente un hotel, pero es tan bonito que dices ¡Qué guay¡ y te
pierdes en su hermosura.
En Madrid nunca te vas a
aburrir: si hoy hace buen tiempo y
quieres relajarte puedes coger la bici o
el metro (que funciona muy bien) o
simplemente andando y te vas al parque
del retiro a pasear o leer un libro con
el sol que te acaricia las mejillas, si quieres volver al pasado y soñar vete al
palacio real y mira su majestuosidad, si quieres salir por la noche tienes un
montón de bares restaurantes, locales donde tomar una copa y estar con tus
amigos y cada noche puedes cambiar.
En Madrid nunca vas hacer lo mismo dos días
consecutivos… ¡A no ser que quieras, por supuesto!
Además la gente es
muy amable, siempre te saluda, te habla,
te hace reír aunque estás un poquito nervioso, es muy bonito escucharles cuando
hablan porque tienen un montón de
palabras que me parecen tan simpáticas que me río sola.
Hay muchas razones para
venir a Madrid y aprender el español. ¡Estas probablemente son solo algunas!
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