Antes y después
La estación del Mediodía, también conocida popularmente como estación de Atocha, ha sido protagonista de la modernización de la ciudad. De ahí partieron los primeros ferrocarriles que cruzaron las tierras españolas, y de ella también parte todo un abanico de amplios paseos como el de la Infanta Isabel, con el monumental edificio del antiguo Ministerio de Fomento, o el de las Delicias que, junto al del Prado, formaron en el siglo XIX el camino hacia el Madrid más reciente.
El primitivo edificio, inaugurado por la reina Isabel II en 1851, con la puesta en funcionamiento de la línea de tren Madrid-Aranjuez, fue destruido por un incendio. En 1889 se presenta el proyecto definitivo, según diseño de Alberto del Palacio, de la que será la primera estación de ferrocarriles de Madrid, al estar situada en el centro geométrico de todas las líneas de España. El edificio, de hierro y cristal y una cubierta de forma curvilínea, presenta una gran nave central cerrada por un extremo para cubrir vías y andenes. Hace algunos años se amplió, según un original proyecto del arquitecto Rafael Moneo, que respetando la vieja estación, ha convertido su interior en un invernadero y jardín tropical abierto al público que contrasta con la modernidad de los edificios anexionados. Desde Atocha donde parten hoy los más modernos trenes, incluida la línea del tren de Alta Velocidad, el AVE.
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